Te invito a beber de la noche
Y a limpiarte las gotas de sangre
Con mis dedos
Te invito a que casi en silencio
Pronuncies, los juramentos
Que romperás mañana
Cuando se engendre el alba
O mucho antes…
Cuando nos sobornemos el uno al otro
Con el sedante de nuestro sexo
Y reclamemos victoriosos
El trofeo del deseo.
Bonito y transgesor poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
gracias, otro para vos!
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