Lectura. Pintura y locura...
Anoche o ayer retome un libro de suspenso, policial, dice en la tapa, el autor me asombro es músico, compositor además pinta pareciera todo un artista. Seguí leyendo esperando toparme en cada frase en con el primer muerto y con las armas. La noche la oscuridad, los gritos y muchos ruidos misteriosos, lugares y personas no conocidas, pero eso no encontré. Ahora mi mente ya me ubico, es una noche fría y oscura de Nueva York aunque supongo será como cualquier noche fría y oscura en cualquier otro lugar, estamos en una habitación. Un hombre, de rodillas en un blanca tela, suave, firme en el piso, él, es el pintor, un raro, uno de esos que no sabe porque o para que esta en este mundo, más atrás ella.
Anoche o ayer retome un libro de suspenso, policial, dice en la tapa, el autor me asombro es músico, compositor además pinta pareciera todo un artista. Seguí leyendo esperando toparme en cada frase en con el primer muerto y con las armas. La noche la oscuridad, los gritos y muchos ruidos misteriosos, lugares y personas no conocidas, pero eso no encontré. Ahora mi mente ya me ubico, es una noche fría y oscura de Nueva York aunque supongo será como cualquier noche fría y oscura en cualquier otro lugar, estamos en una habitación. Un hombre, de rodillas en un blanca tela, suave, firme en el piso, él, es el pintor, un raro, uno de esos que no sabe porque o para que esta en este mundo, más atrás ella.
Él no sabe su nombre, entra la luz de la luna por los ventanales, solo esa luz.
Junto a ellos desnudos, pintura roja, azul y la tela. Desnudos los dos, él aún no sabe cómo se llama ella, pero podría describir su cuerpo, aun sin la luz de la luna, aun sin tocarla con los dedos.
Junto a ellos desnudos, pintura roja, azul y la tela. Desnudos los dos, él aún no sabe cómo se llama ella, pero podría describir su cuerpo, aun sin la luz de la luna, aun sin tocarla con los dedos.
Siguen ahí, la tela , la pintura, la locura, la combinación cósmica del todo y de todo y ellos desnudos, sin decir una sola palabra se visten del color, no sabe su nombre, no sabe de su vida, de sus muertes o de sus suspiros tampoco sabe de sus lamentos o a que saben sus gemidos. No sabe nada de ella y así en silencio plasmaron con pintura, un eterno amor, que solo existió la eternidad que duró el deseo.
Inmortal, sucia, marcada, ausente de pureza, con pintura y con locura, pero sacra, permanece la tela y la luna.
Inmortal, sucia, marcada, ausente de pureza, con pintura y con locura, pero sacra, permanece la tela y la luna.
La noche negra ya no está y ella sin nombre tampoco. Él sin deseo observa la tela, como permanece firme en el piso, inseminada de placer, de eterno y efímero amor. Un sonido extraño recorre la habitación, es la ciudad que habla y despierta la mente de los audaces ausentes.
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