jueves, 29 de julio de 2010


“Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente…

El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. “
A la altura de la vida en que me encuentro
Con cierta leve certeza
De que opte en ser quien soy
No hay nada, ya nada, pero nada
Que me cambie
Ninguna influencia
Interna o externa
Cuerda o loca
Buena o mala
que me modifique,
No saben cómo, no pueden,
Imperfectamente imperfecta
Me construí,
Me aprendí
Pude averiguar que nada nos sucede por casualidad
Eso que vos me hiciste
Me destruyo y me formo
Aquello que yo hice
Me formo y me destruyo
Eso que asumí cuando era niña
Como si fuera mujer
Me enseño
y de todos mis fragmentos
forme la escena
y así hacia adelante me dirigí
nunca pretendí obviar a las responsabilidades
ni de ver los cambios
nunca pretendí enfrentarme ni aliarme
con quienes no me saben
nunca pretendí ser disculpada por mis flaquezas
ni reconocida por mis fortalezas
no deje nunca de llegar a mis extremos
nunca pretendí hacer que mis creencias
sean las de los demás
aplicadas a cada paso
con fortuna o sin ella
me dejaran únicamente cuando ya no respire
mas espero poder sembrarlas
si me permiten, si me entienden,
solo si quieren,
porque más nada podre darles
solo porque nada más atesore
porque nada más me enseñaron
porque más nada aprendí,
que a vivir, viviendo.

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