Adormecidos los dedos Buscan a ciegas
Un calorcito lejano
Donde hacer el día
O donde, secretamente,
Dominar a la noche
Adormecida, el alma,
busca un lugar donde guarecerse,
cuelga del perchero su abrigo,
se arrolla en su cuerpo,
se pinta los rayos de sol del otro verano
se da la vuelta,
despierta uno a uno sus dedos,
cuentan los días,
sueñan las noches,
buscan la vida.
Y aun entumecidos
andan a tientas
no saben
cual será su destino
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