Si me observas, si me llamas con tu deseo, será entre sueños y realidad que llevaré mi flor hasta ti, para ponerla en tus labios y que ésta te cierre los ojos con un beso. Así nos quedaremos bajo nuestras sábanas y respirarás mi aliento y dormiremos abrazados sin importarnos el nombre del sol que nos despierte.
Besaré cada caricia que dibujes en mi cuerpo y mis manos se abrirán paso a cada oculto lugar que se esconde debajo de tu ropa. Luego te abrigaré con mi piel y allí olvidaré mis lágrimas. Mis labios trazarán en ti el camino a la gloria y morderé cada suspiro tuyo para hacerlo mío. Y será cuando apoye mi pecho contra el tuyo que nuestros corazones bailen juntos, al son de la música que emana de cada rincón de tu pasión y de la mía. Absorberé cada uno de tus espasmos amorosos para sentirte nadar en mis entrañas mientras te abrazo con mis caderas. Y sabré que existe el paraíso cuando nuestros cuerpos sean sólo uno, cuando toda tu esencia se deshaga en mí, como yo me deshago en ti inmersos en sudores y placer.
Si me llamas con tu deseo, si solo me observas, serán nuestros sueños quienes me den las alas para seguir viviendo...
Besaré cada caricia que dibujes en mi cuerpo y mis manos se abrirán paso a cada oculto lugar que se esconde debajo de tu ropa. Luego te abrigaré con mi piel y allí olvidaré mis lágrimas. Mis labios trazarán en ti el camino a la gloria y morderé cada suspiro tuyo para hacerlo mío. Y será cuando apoye mi pecho contra el tuyo que nuestros corazones bailen juntos, al son de la música que emana de cada rincón de tu pasión y de la mía. Absorberé cada uno de tus espasmos amorosos para sentirte nadar en mis entrañas mientras te abrazo con mis caderas. Y sabré que existe el paraíso cuando nuestros cuerpos sean sólo uno, cuando toda tu esencia se deshaga en mí, como yo me deshago en ti inmersos en sudores y placer.
Si me llamas con tu deseo, si solo me observas, serán nuestros sueños quienes me den las alas para seguir viviendo...
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