nueva construcción del presente
Me veo en el espejo,desleída figura,
incierta mujer desaliñada.
Estoy en el filo de la construcción de mí misma,
ansiosa de cimientos, estructura, sólidas paredes
para proteger el bagaje de sueños que ando a cuestas,
requiero de certezas y veredas tranquilas,
pasos firmes hacia mi propia patria conocida.
Este barro necesita darse forma, ser ladrillo,
construir un centro de donde fluir hermoso y sombrío.
He acumulado tiempos como infantiles cubos de colores
y ya los días piden estructurar el ritmo,
la cadencia de mis audaces despertares,
el sonido, la huella de mis pasos.
Se fue ya el tiempo de meditar a solas,
hay coros donde incluir mi voz,
cantos brotados de gargantas gruesas,
brazos invitadores descifrando la tierra,
andanadas de cuerpos levantado la mota que se cae;
todos los días nacen nuevos retos exigiendo respuestas,
ruidos de edificios,
de trochas que abren brecha en tierras de pájaros.
Hay lugares que se crecen, de repente, en palmeras,
gigantes que despiertan,
vetustas mansiones cayendo en el olvido de las telarañas.
No puede haber en este presente
que tanta sangre hiciera
desleídas imágenes.
Hay que trazarse firme los contornos del rostro,
reforzar los brazos,
apretar los músculos,
lanzarse a conquistar esta tierra madura,
hacer parir el alba,
sacar de este fondo las promesas.
Contra incrédulos e instigadores,
contar malos augurios
demostrar que dejamos de ser
arena movediza.
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