de una fase lunar
para conocer cada centímetro de mi espalda,
aprende a deslizar tus dedos suavemente,
si, así, ya, aprisiona mi cuello ,
mi piel emana versos
y mi cuerpo despierta de la penumbra.
Tus labios tranquilos,
Tus labios tranquilos,
deben enseñarme a medir los tiempos
más allá del sabor que me dejan,
más allá, de los silencios.
Arranca de una vez el amor o la culpa
con mucho cuidado,
no sea que te encuentres con mis ojos
y no sepas cegarme con tu mirada
y no puedas contestar mis preguntas
y no quieras dejar mi alma serena.
Decirnos todo con palabras de una sola silaba
o en el eco del suave sonido del teléfono,
o en letras en papel mojado por la lluvia,
o en una simple sonrisa.
Háblame, con todas las letras, mi amor,
y déjame después pensar sola,
que la aurora junte mis restos
y que el día arme mi cuerpo de rutina
y sin vos ...
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